Pilotos legendarios: Walter Rohrl

Walter Röhrl nació en Ratisbona ( Alemania ) el 3 de Julio de 1947, y se vinculó al motor desde muy joven. Debutó en el mundo de los rallies en 1968, a los 22 años, al volante de un Fiat 850, y a lo largo de su trayectoria corrió para Opel, Porsche, Lancia y Audi.
Obsesionado con las técnicas y los secretos del pilotaje, fue abriéndose camino en diferentes equipos de categoría nacional, y muy pronto se ganó la fama de perfeccionista a ultranza que le acompañó durante toda su carrera deportiva. Cuando se sentaba al volante, Röhrl no olvidaba ni él más mínimo detalle y exigía la misma actitud a todos los copilotos que le acompañaban.



Su enorme concentración, gran capacidad de autocontrol e inteligencia en la competición, en la que nunca arriesgaba más de lo necesario, lo hicieron temible en cualquier tipo de prueba, sin importar la superficie que se abordaba.
En efecto, logró grandes resultados sobre nieve, grava, tierra y asfalto.
El alemán también era muy respetado por sus ingenieros. La facilidad con que localizaba y describía cualquier desajuste en el vehículo reducía enormemente el trabajo de todo el equipo técnico y creaba un dinamismo en el grupo que hacía las delicias de sus miembros.

El carácter frío y calculador con el que afrontaba las competiciones le llevó a no cebarse en la búsqueda de los triunfos parciales y centrarse en sumar puntos para estar en los primeros lugares de la clasificación general.
Ganó su primer Campeonato del Mundo en 1980 al volante de un Fiat 131 Abarth, con el que logró victorias en Montecarlo, Portugal, Australia e Italia. Además, fue segundo en los Rallies de Nueva Zelanda y Francia. Al final de la temporada, Röhrl arrasó en la clasificación. Sumó 118 puntos, contra 64 de Hannu Mikkola, que fue segundo, y 63 de Björn Waldegaard.
Fiat logró, a su vez, el título de Constructores con 120 puntos, 27 más que Datsun, que ocupó el segundo lugar.

Tras una temporada negra en 1981, Röhrl volvió a la carga en 1982, en esta ocasión al volante de un Opel Ascona 400. Ganó en Montercalo y Costa de Marfil, y en el resto de las pruebas estuvo siempre rondando el podio. Obtuvo el título mundial con 109 puntos. La francesa Michéle Mouton ( Audi ) fue segunda con 97 y Hannu Mikkola ( Audi ) tercero con 70. En el Campeonato del Mundo de Constructores ganó el poderosos Audi Quattro con 116 puntos y Opel logró la segunda plaza con 104. Este fue sin duda el año de Rohrl donde demostró su gran nivel de conducción al batir a los poderosos Audi con un Opel notablemente en inferioridad de condiciones técnicas.
En 1983, el piloto alemán volvió a cambiar de equipo y condujo un Lancia 037 Rally, con el que, pese a vencer en Montecarlo, Grecia y Nueva Zelanda, fue segundo al final de la temporada tras Hannu Mikkola. El finlandés sumó 125 puntos por 102 de Röhrl. Lancia batiría a Audi por el campeonato de constructores.

En 1984 fichó por el equipo Audi, pero innumerables problemas mecánicos le dejaron fuera de la lucha por él titulo. Su compañero el Sueco Stig Blomqvist, ganó el campeonato tras una dura pugna con Alén. Sin embargo, Röhrl volvió a conseguir el triunfo en Montecarlo, una prueba legendaria con el que tuvo un verdadero affaire.
Se adaptó como nadie a las combinaciones de las gélidas curvas de principado y junto a su copiloto Christian Geistdorfer hizo de Mónaco su segundo hogar. Allí se consagró y labró buena parte de su inmenso prestigio al ganarlo 4 veces con 4 autos distintos.
En la temporada de 1985, el alemán volvió a contar en la lucha por el triunfo final. Pero de nuevo la mecánica lo traicionó y terminó tercero por detrás de Timo Salonen.

Cuando se retiró, Walter Röhrl había logrado la victoria en 14 pruebas del Campeonato del Mundo, y además de los dos mundiales, había ganado el European Rally Campionship`de 1974 y también la renombrada escalada a Pikes Peak de 1987, donde estableció un nuevo récord.



También fue exitoso en carreras de pista. Tal es asi que fue llamado "Genio sobre ruedas" por nada más y nada menos que Nikki Lauda. En 1990 corrió las 24 horas de Nurburgring, donde a pesar de la intensa niebla y lluvia durante la noche, no paraba de acelerar, anticipando las curvas por tiempo (sin verlas)

Muchos críticos del deporte lo consideran el mejor piloto de Rally de todos los tiempos (sin dudas está entre los más grandes).

En años recientes se convirtió en en el piloto de pruebas senior de Porsche.