La última prueba técnica de los autos de carrera, antes de iniciar hoy a partir de las 18.35 el primer súper especial en River Plate, convocó ayer a gran parte de la afición cordobesa sobre los cuatro mil metros del segmento Villa García-Cabalango.
Con un sol que se desperezaba por asomar entre las nubes, a las 8.10 la primera columna de tierra invadió la ruta. Era el Subaru del noruego Petter Solberg, que daba por iniciado el Shakedown. A partir de allí comenzaron a desfilar los principales protagonistas del Grupo A/8, que fueron llenando las retinas de los espectadores. Sin dudas que Sebastien Loeb y el nuevo Citroën, se llevaron los aplausos, la medalla por su andar y los suspiros de la platea femenina.
Una categoría, dos mundos. El Grupo A/8 mostró ayer a Loeb y al resto como si pertenecieran a mundos distintos. Loeb, nunca derrapó de más, hizo lo que el manual del campeón indica y por ello se quedó con el mejor tiempo, superando a un espectacular Solberg, que lo siguió a tres décimas en su vuelta más veloz. El otro Citroën, el de Daniel Sordo, que todavía tiene que seguir creciendo, quedó tercero. El otro Solberg, Henning, fue cuarto y encabezó la procesión del óvalo con Latvala e Hirvonen a sus espaldas.
Pérez Companc deleitó con sus derrapes y el cordobés Juan Pablo Raies probó y probó, para ajustar a su gusto el Focus.
Menos gente, mismo fervor. El hecho de que la carrera se inicie recién mañana en las sierras, privó de la posibilidad de contar con una cantidad mayor de aficionados. Sin embargo, el fervor no decayó y todos disfrutaron del paso de los autos. El humor no podía estar ausente y afloró en un categórico Juan "Charco", ante el paso de un aficionado embarrado por el vado. El fin de fiesta fue de Pozzo, mostrando todo su potencial ganador.
Fuente: www.lavoz.com.ar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.