3 dias que no pude seguir la carrera y hoy me encuentro con la terrible noticia de que el Matador, Carlos Sainz quedó a más de 7 horas de la punta... parece que una serie de desperfectos mecánicos terminaron con el sueño del Dakar... Una pena terrible... Para colmo se cayeron todos los Volkswagen y estan punteando los Mitsubishi que tienen todas las de quedarse por 7ma vez consecutiva con la victoria.
Impresionante lo que esta haciendo Al Attiya. El campeon de la clase N del Rally Mundial marcha 4to y es la primera vez que corre esta competencia...
Veamos las palabras de Carlos Sainz:
Impresionante lo que esta haciendo Al Attiya. El campeon de la clase N del Rally Mundial marcha 4to y es la primera vez que corre esta competencia...
Veamos las palabras de Carlos Sainz:
Una de copilotos
12 de enero.- Estaba cantado que hoy iba a ser un día complicado. Pero las complicaciones llegaron por donde menos lo esperábamos: por el tiempo. Ya ayer asistimos al inicio de una tormenta de arena; de esas tormentas que aparecían en las películas de nuestra infancia.
Hoy, al tomar la salida, la visibilidad era tan reducida que verdaderamente parecía que conducíamos con niebla. Y si la niebla es complicada rodando en carretera, en las dunas los problemas son superlativos.
Por eso estoy contento; porque pese a todo, no nos ha salido mal la jornada. No nos hemos perdido y ese mérito hay que atribuírselo una vez más a mi copiloto Michel Perin. Su magnifico trabajo no ha evitado el que en dos ocasiones nos viésemos atrapados en un pozo de arena blanda y de una tercera parada para subir las presiones de los neumáticos.
En total, el ordenador de a bordo nos indicaba que hemos estado detenidos 13 minutos, lo que significa que hemos recuperado unos ocho minutos sobre De Villiers. Aunque hemos perdido la primera posición, el resultado de la etapa me llena de satisfacción porque es la confirmación de que ya voy sabiendo 'navegar' sobre las dunas. Aun queda mucho Dakar después de la jornada de descanso de mañana y espero poder recuperar el tiempo perdido.
Comenté antes el excelente trabajo de Perin y no puedo dejar de mencionar lo complejo que resulta la compenetración entre piloto y copiloto en una prueba de esta naturaleza. Que se lo digan si no a mi compañero Sousa, que ha tenido una trifulca con su copiloto Schultz, el mismo que tuve yo el año pasado.
A tal grado de desentendimiento han llegado que el portugués le ha dejado tirado en medio del desierto durante unos minutos. Nadie que no haya corrido un Dakar puede imaginar el grado de tensión e irritación que puede llegar a alcanzarse y que supone una de las grandes dificultades de la prueba.
También ha sido una lástima el incendio en el coche de Vatanen, que le deja definitivamente en la estacada y que para nosotros era una ayuda inestimable por su experiencia y porque después del incidente en Portugal, hacía las veces de mochilero de lujo. Esto es el Dakar.
Por fin el descanso
13 de enero.- En pocas actividades deportivas se agradece tanto el descanso como en el Dakar. Llevamos ya una semana metidos en el coche y aunque esto no es el Ritz, al menos podemos aprovechar para recomponer los cuerpos. Justo antes de escribir estas lineas me sometí al reparador trabajo de un fisioterapeuta; uno de los tres con los que cuenta el equipo Volkswagen Motorsport. Antes, habia tenido varias reuniones con medios de comunicación y con personal de Volkswagen que se ha desplazado hasta aquí para acompañarnos en este dia de descanso. Que no haya etapa no quiere decir que permanezcamos ociosos.
Luego, antes de que caiga la noche, que aquí llega súbitamente, saldré a probar un rato el coche, al que le han cambiado prácticamente todo: frenos, amortiguadores, caja de cambios, embrague, turbos... menos el bloque motor, casi todo es nuevo. La segunda parte del rally se presenta difícil y nada puede dejarse al azar.
Y despues, una cena ligera. Compartimos con todos los equipos el catering que proporciona la organización y aunque disponemos de algun refuerzo alimenticio y nutricional en el equipo, lo cierto es que la alimentación es abundante, correcta y bien elaborada. Son ya muchos años de experiencia y saben perfectamente los gustos de todos y las necesidades de los participantes y de la enorme cantidad de personas que trabajan para esta carrera. Y a dormir.
No siempre podemos descansar 8 horas. La mayoría de los días dormimos en tiendas individuales y sacos de dormir; no siempre llegamos a lugares en los que existen hoteles y duchas. Esto es otra historia y desde este punto de vista, las diferencias entre un piloto oficial y otro privado, no son tan grandes como en otras disciplinas automovilísticas.
Mañana disputamos otra etapa importantísima y muy larga. Queda aun mucho rally; más de lo que ha transcurrido y los Mitsubishi están cerca. Hay tiempo para todo: para lo mejor o para lo peor. Así que crucemos los dedos y pongámonos a trabajar lo mejor que sabemos.
Una de cal... y otra de maldita arena
14 de enero.- Qué fácil es contar las cosas cuando salen bien y que difícil cuando salen mal. Hasta ahora todo había salido casi perfecto e incluso en algunos momentos hemos acariciado la idea de que el Dakar es más fácil de lo que pensábamos. Pero no. El Dakar es una competición endiabladamente compleja en la que todo lo que puede ocurrir, ocurre. Pensar en que hay pilotos que han logrado vencer varias veces consecutivas me impresiona ahora mucho más que cuando veía a esta carrera como mero espectador.
Todo comenzó muy bien en una de las etapas más largas y complicadas de esta edición. Cuando a las 9 de la mañana tomamos la salida de la especial, nos enfrentábamos a nada menos que con 589 kilómetros de tramo cronometrado. A poco de comenzar, tuvimos un pequeño atasco, que nos hizo perder unos minutos; luego, comenzamos una buena remontada y cuando alcanzamos y superamos a Peterhansel comencé a notar que la dirección se volvía dura. Rellenamos de líquido hidráulico, pero al poco tiempo, volvió el problema y ya no pudimos rellenar. Algo ha fallado en el sistema hidráulico y el líquido se derramaba sin poder reparar. Es difícil explicar el calvario que supone conducir cientos de kilómetros por arena y tierra sin asistencia. Solo puedo decir que he acabado roto, con las manos llenas de ampollas, los brazos extenuados y agotado física y anímicamente.
Sinceramente creo que se ha acabado la posibilidad de vencer. He perdido más de una hora sobre la cabeza y ahora, desde la cuarta posición, sólo puedo intentar alcanzar el podium. La etapa de mañana es también larguísima y queda esperar a ver si los rivales sufren algún problema, que en esta carrera llegan cuando menos lo esperas.
Todo comenzó muy bien en una de las etapas más largas y complicadas de esta edición. Cuando a las 9 de la mañana tomamos la salida de la especial, nos enfrentábamos a nada menos que con 589 kilómetros de tramo cronometrado. A poco de comenzar, tuvimos un pequeño atasco, que nos hizo perder unos minutos; luego, comenzamos una buena remontada y cuando alcanzamos y superamos a Peterhansel comencé a notar que la dirección se volvía dura. Rellenamos de líquido hidráulico, pero al poco tiempo, volvió el problema y ya no pudimos rellenar. Algo ha fallado en el sistema hidráulico y el líquido se derramaba sin poder reparar. Es difícil explicar el calvario que supone conducir cientos de kilómetros por arena y tierra sin asistencia. Solo puedo decir que he acabado roto, con las manos llenas de ampollas, los brazos extenuados y agotado física y anímicamente.
Sinceramente creo que se ha acabado la posibilidad de vencer. He perdido más de una hora sobre la cabeza y ahora, desde la cuarta posición, sólo puedo intentar alcanzar el podium. La etapa de mañana es también larguísima y queda esperar a ver si los rivales sufren algún problema, que en esta carrera llegan cuando menos lo esperas.
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