Antes que nada, si es que alguien estaba siguiendo el Dakar a traves de este sitio, le pido disculpas pero estaba de vacaciones sin acceso a Internet... Igualmente desde que el Matador quedó afuera de la lucha ya había perdido gracia la competencia.
Hay que sacarse el sombrero ante Peterhansel. El tipo ganó su 9° Dakar (6 veces en moto y 3 en auto). Aunque esta vez tuvo más suerte que otra cosa porque si los Volkswagen no se pinchaban a último momento, no tenía ninguna oportunidad de ganar. Para darse cuenta que el resultado final es engañoso, hay que fijarse las etapas ganadas por cada marca. Volkswagen ganó 10 de las 14 totales (5 Sainz, 4 De Villiers y 1 Souza) contra ninguna de los Mitsubishi. De hecho en algunas etapas los rojos de la marca japonesa quedaban a más de 25 minutos de distancia de Sainz y su Touareg. Pero bueno, este deporte es asi (como lo van a leer del propio Carlos en sus comentarios) y hay que tener una gran cuota de suerte porque los fierros son muchas veces impredecibles.
Hay que destacar a Schlesser que con su Buggy de tracción simple logró entrar en el podio y ganó 2 etapas.
Veamos que nos contaba Sainz de los últimos días de competencia:
El deporte es así de injusto
16 de enero.- Cuando ayer llegué al campamento, en la madrugada, después de pasar un día muy amargo, no tenía ni el cuerpo ni el ánimo para mucho blog. Espero que mis seguidores y los lectores lo comprendan. El deporte tiene muchos días amargos y parece que siempre aparecen cuando más dulces los esperábamos. Y este deporte, en el que dependes de un engendro mecánico tan sofisticado, con más de 15.000 piezas que cualquiera de ellas puede romperse, tiene más días amargos que otros en los que sólo dependes de ti, de tu inteligencia, de tu saber hacer, de tu fortaleza física o mental.
Rodábamos ayer con rabia y a buen ritmo, sin comprender aún por qué se había dañado la servodirección. Animados porque el podio estaba a nuestro alcance. Y súbitamente, sin el menor aviso, el motor se paró. Imposible volver a ponerlo en marcha, ante mi desesperación y la de Perin. Pararon poco después Miller y Sousa, que llegaron incluso a remolcar el coche para intentar arrancarlo "al empujón", como en los tiempos viejos. Pero imposible. No había nada que hacer y allí me quedé durante horas, esperando a que llegaran los camiones de asistencia y pudieran remolcarme los casi 200 kilómetros que quedaban hasta el final de etapa. En Nema se reparó y hoy pude tomar la salida.
Lo hice en el puesto 26º, por lo que me pasé toda la etapa adelantando a coches que no daban la menor facilidad, sino todo lo contrario, corriendo tras la estela de polvo y sin ver; asumiendo más riesgos de los habituales. Tampoco tengo mucho que perder y continúo para ganar alguna etapa y seguir adquiriendo experiencia. Toda es poca para el Dakar.
Cuando estás en pleno desierto, a la sombra de tu coche (mientras es de día), viendo pasar a las decenas de participantes que marchan detrás, sin nada que hacer más que esperar, pasan por la cabeza muchas cosas. Pero la más obsesiva es el sentimiento de impotencia y de tristeza porque el trabajo realizado en este tiempo ha sido intenso y eficaz y es una auténtica injusticia para el equipo Volkswagen Motorsport que sus dos coches mejor clasificados, el de De Villiers que iba en cabeza y el mio, hayan padecido el mismo problema. Se han realizado miles de kilómetros de pruebas y jamás hemos tenido un problema parecido. De golpe, de tener la victoria al alcance de la mano, todo se ha esfumado.
Pero hay que seguir peleando y trabajando para que algún día llegue el triunfo. ¡Que nadie lo dude!
Victoria pírrica
18 de enero.- Habrá quien piense que esta victoria de etapa en el Dakar no ha servido para nada; pero no es cierto. Ha servido para bastantes cosas. En primer lugar, como agradecimiento a todo un equipo que ha sabido estar animoso pese a que las circunstancias no acompañaban.
Ha servido también para convencernos de que el Dakar está al alcance; se puede ganar con este coche, con este equipo y con esta preparación; sólo necesitamos una pizca más de fortuna en los momentos cruciales. Y en tercer lugar, para reconfortarnos con nosotros mismos. No se me ha olvidado conducir y a mi copiloto no se le ha olvidado navegar. De hecho, hoy ha realizado de nuevo un trabajo excelente, porque no nos hemos perdido ni en una sola ocasión en una etapa con centenares de cruces y de caminos improvisados para evitar atravesar los poblados.
La etapa, insisto, no era nada fácil, por caminos muy estrechos y flanqueados por árboles, que no permitían ni el menor instante de desconcentración. Todo funcionó a la perfección y eso nos ha permitido vencer la etapa, demostrando ser más rápidos que nuestros rivales. No es ningún secreto y ellos también lo saben. En lo que queda del Dakar van a tener ocasión de comprobarlo alguna vez más.
Dos victorias consecutivas
19 de enero.- Hoy entramos en Senegal, el último país recorrido. Su capital, Dakar está más cerca, aunque me hubiera gustado llegar en otras condiciones. Pero así es el Dakar y cuando pienso en el infortunio, inmediatamente me acuerdo de Marc Coma, a quien desde aquí le envío mis mejores deseos de que se recupere pronto. Pero así es esta prueba, que no perdona ni a los veteranos ni a los novatos.
El tramo de hoy tenía también sus complicaciones. Al inicio, sobre el terreno de laterita, el trazado era muy estrecho y sinuoso; un piso en el que Peterhansel me sacaba 3 minutos de ventaja. Luego, el terreno se hacía mucho más rápido y también mucho más peligroso, con la posibilidad incluso de volcar hacia adelante en cualquiera de las zanjas que te encontrabas. En estos kilómetros de la segunda mitad no sólo reduje la ventaja sobre Peterhansel, sino que le saqué otro medio minuto más.
Con esta victoria de etapa, suman ya ocho en los dos años de participación en el Dakar, no lejos de la marca de José Maria Serviá. Me gustaría mañana poder sumar una más, pero en cualquier caso, es una victoria que de nuevo me ratifica en el buen planteamiento de nuestro equipo, tanto en los aspectos técnicos, como logísticos y humanos. El Dakar no se nos va a escapar; es cuestión de tiempo.
No hay dos sin tres
20 de enero.- Tres victorias de etapa consecutivas son una marca de la que me siento especialmente orgulloso y de la que también se siente orgulloso todo el equipo Volkswagen Motorsport, a quien dedico este triplete. Al final las cosas han salido bien y se ha demostrado la capacidad del Race Touareg 2 para imponerse en cualquier tipo de terreno cuando no surgen contratiempos mecánicos. Hemos vencido en etapas de barro y arena en Portugal; en pistas pedregosas en el Atlas Marroquí; en las dunas de Mauritania; y también en la laterita de Senegal.
Al igual que ayer, la etapa de hoy, la que nos ha llevado por fin a Dakar, ha sido muy complicada, tanto de navegación como de conducción, con unas pistas muy estrechas donde en cualquier momento podías cometer un error o perderte. De nuevo el trabajo del copiloto ha sido perfecto y hemos aventajado a nuestro compañero De Villiers por unas segundos; suficientes para esa satisfacción de la que hablaba al inicio. Tres Touareg en las tres primeras posiciones. No está nada mal.
Por fin estamos en Dakar, que es parte del reto al tomar la salida. Ya sólo queda una etapa de mero trámite en las arenas del Lago Rosa. Un trámite para rendir los honores a los vencedores y que espero que un día pueda ser yo quien los reciba. Aquí tengo una cita.
Colorín, colorado...
21 de enero.- Se acabó. Llegamos al final de la prueba, al Lago Rosa, que era uno de los objetivos al iniciar la carrera... aunque no el objetivo principal, para qué nos vamos a engañar. La etapa era un mero trámite, de apenas 15 kilómetros con salida lanzada que sirve básicamente para las celebraciones.
Si se me pregunta por el balance de esta mi segunda participación, debo decir que ha sido muy positiva. Ya sé que el resultado final no es el esperado, pero tanto a nivel personal como en el planteamiento estratégico, la conducción y el funcionamiento del equipo, todo ha salido según lo esperado. Pero...
Pero... ya lo dije al salir de Lisboa; y al salir de Lisboa el año pasado: el Dakar lo gana quien menos problemas tiene. Y nosotros, que hemos tenido pocos problemas, hemos tenido uno que ni esperábamos ni era lógico prever. Y nos ha dejado lejos del podium. Aun es pronto para saber qué haremos en el futuro. De momento, regresar a casa y descansar unos días. Ya tendremos tiempo de pensar en lo que ocurrirá en el futuro.
No quiero despedir este blogg sin algunos agradecimientos. En primer lugar a los muchos seguidores y lectores que día tras día durante más de dos semanas han seguido en elmundo.es mis peripecias; mis alegrías y mis tristezas. En segundo lugar, al equipo, que no solo ha funcionado a la perfección, sino que ha sabido rodearnos de la cordialidad imprescindible para participar en el Dakar al máximo nivel. Y finalmente, a todos los patrocinadores; tanto del equipo, como personales. Y muy especialmente a BP Ultimate, que ha permitido que día tras día haya tenido esta cita con todos los lectores.
Espero poder repetir.
Clasificación Final (primeros 20 autos)
Hay que sacarse el sombrero ante Peterhansel. El tipo ganó su 9° Dakar (6 veces en moto y 3 en auto). Aunque esta vez tuvo más suerte que otra cosa porque si los Volkswagen no se pinchaban a último momento, no tenía ninguna oportunidad de ganar. Para darse cuenta que el resultado final es engañoso, hay que fijarse las etapas ganadas por cada marca. Volkswagen ganó 10 de las 14 totales (5 Sainz, 4 De Villiers y 1 Souza) contra ninguna de los Mitsubishi. De hecho en algunas etapas los rojos de la marca japonesa quedaban a más de 25 minutos de distancia de Sainz y su Touareg. Pero bueno, este deporte es asi (como lo van a leer del propio Carlos en sus comentarios) y hay que tener una gran cuota de suerte porque los fierros son muchas veces impredecibles.
Hay que destacar a Schlesser que con su Buggy de tracción simple logró entrar en el podio y ganó 2 etapas.
Veamos que nos contaba Sainz de los últimos días de competencia:
El deporte es así de injusto
16 de enero.- Cuando ayer llegué al campamento, en la madrugada, después de pasar un día muy amargo, no tenía ni el cuerpo ni el ánimo para mucho blog. Espero que mis seguidores y los lectores lo comprendan. El deporte tiene muchos días amargos y parece que siempre aparecen cuando más dulces los esperábamos. Y este deporte, en el que dependes de un engendro mecánico tan sofisticado, con más de 15.000 piezas que cualquiera de ellas puede romperse, tiene más días amargos que otros en los que sólo dependes de ti, de tu inteligencia, de tu saber hacer, de tu fortaleza física o mental.
Rodábamos ayer con rabia y a buen ritmo, sin comprender aún por qué se había dañado la servodirección. Animados porque el podio estaba a nuestro alcance. Y súbitamente, sin el menor aviso, el motor se paró. Imposible volver a ponerlo en marcha, ante mi desesperación y la de Perin. Pararon poco después Miller y Sousa, que llegaron incluso a remolcar el coche para intentar arrancarlo "al empujón", como en los tiempos viejos. Pero imposible. No había nada que hacer y allí me quedé durante horas, esperando a que llegaran los camiones de asistencia y pudieran remolcarme los casi 200 kilómetros que quedaban hasta el final de etapa. En Nema se reparó y hoy pude tomar la salida.
Lo hice en el puesto 26º, por lo que me pasé toda la etapa adelantando a coches que no daban la menor facilidad, sino todo lo contrario, corriendo tras la estela de polvo y sin ver; asumiendo más riesgos de los habituales. Tampoco tengo mucho que perder y continúo para ganar alguna etapa y seguir adquiriendo experiencia. Toda es poca para el Dakar.
Cuando estás en pleno desierto, a la sombra de tu coche (mientras es de día), viendo pasar a las decenas de participantes que marchan detrás, sin nada que hacer más que esperar, pasan por la cabeza muchas cosas. Pero la más obsesiva es el sentimiento de impotencia y de tristeza porque el trabajo realizado en este tiempo ha sido intenso y eficaz y es una auténtica injusticia para el equipo Volkswagen Motorsport que sus dos coches mejor clasificados, el de De Villiers que iba en cabeza y el mio, hayan padecido el mismo problema. Se han realizado miles de kilómetros de pruebas y jamás hemos tenido un problema parecido. De golpe, de tener la victoria al alcance de la mano, todo se ha esfumado.
Pero hay que seguir peleando y trabajando para que algún día llegue el triunfo. ¡Que nadie lo dude!
Victoria pírrica
18 de enero.- Habrá quien piense que esta victoria de etapa en el Dakar no ha servido para nada; pero no es cierto. Ha servido para bastantes cosas. En primer lugar, como agradecimiento a todo un equipo que ha sabido estar animoso pese a que las circunstancias no acompañaban.
Ha servido también para convencernos de que el Dakar está al alcance; se puede ganar con este coche, con este equipo y con esta preparación; sólo necesitamos una pizca más de fortuna en los momentos cruciales. Y en tercer lugar, para reconfortarnos con nosotros mismos. No se me ha olvidado conducir y a mi copiloto no se le ha olvidado navegar. De hecho, hoy ha realizado de nuevo un trabajo excelente, porque no nos hemos perdido ni en una sola ocasión en una etapa con centenares de cruces y de caminos improvisados para evitar atravesar los poblados.
La etapa, insisto, no era nada fácil, por caminos muy estrechos y flanqueados por árboles, que no permitían ni el menor instante de desconcentración. Todo funcionó a la perfección y eso nos ha permitido vencer la etapa, demostrando ser más rápidos que nuestros rivales. No es ningún secreto y ellos también lo saben. En lo que queda del Dakar van a tener ocasión de comprobarlo alguna vez más.
Dos victorias consecutivas
19 de enero.- Hoy entramos en Senegal, el último país recorrido. Su capital, Dakar está más cerca, aunque me hubiera gustado llegar en otras condiciones. Pero así es el Dakar y cuando pienso en el infortunio, inmediatamente me acuerdo de Marc Coma, a quien desde aquí le envío mis mejores deseos de que se recupere pronto. Pero así es esta prueba, que no perdona ni a los veteranos ni a los novatos.
El tramo de hoy tenía también sus complicaciones. Al inicio, sobre el terreno de laterita, el trazado era muy estrecho y sinuoso; un piso en el que Peterhansel me sacaba 3 minutos de ventaja. Luego, el terreno se hacía mucho más rápido y también mucho más peligroso, con la posibilidad incluso de volcar hacia adelante en cualquiera de las zanjas que te encontrabas. En estos kilómetros de la segunda mitad no sólo reduje la ventaja sobre Peterhansel, sino que le saqué otro medio minuto más.
Con esta victoria de etapa, suman ya ocho en los dos años de participación en el Dakar, no lejos de la marca de José Maria Serviá. Me gustaría mañana poder sumar una más, pero en cualquier caso, es una victoria que de nuevo me ratifica en el buen planteamiento de nuestro equipo, tanto en los aspectos técnicos, como logísticos y humanos. El Dakar no se nos va a escapar; es cuestión de tiempo.
No hay dos sin tres
20 de enero.- Tres victorias de etapa consecutivas son una marca de la que me siento especialmente orgulloso y de la que también se siente orgulloso todo el equipo Volkswagen Motorsport, a quien dedico este triplete. Al final las cosas han salido bien y se ha demostrado la capacidad del Race Touareg 2 para imponerse en cualquier tipo de terreno cuando no surgen contratiempos mecánicos. Hemos vencido en etapas de barro y arena en Portugal; en pistas pedregosas en el Atlas Marroquí; en las dunas de Mauritania; y también en la laterita de Senegal.
Al igual que ayer, la etapa de hoy, la que nos ha llevado por fin a Dakar, ha sido muy complicada, tanto de navegación como de conducción, con unas pistas muy estrechas donde en cualquier momento podías cometer un error o perderte. De nuevo el trabajo del copiloto ha sido perfecto y hemos aventajado a nuestro compañero De Villiers por unas segundos; suficientes para esa satisfacción de la que hablaba al inicio. Tres Touareg en las tres primeras posiciones. No está nada mal.
Por fin estamos en Dakar, que es parte del reto al tomar la salida. Ya sólo queda una etapa de mero trámite en las arenas del Lago Rosa. Un trámite para rendir los honores a los vencedores y que espero que un día pueda ser yo quien los reciba. Aquí tengo una cita.
Colorín, colorado...
21 de enero.- Se acabó. Llegamos al final de la prueba, al Lago Rosa, que era uno de los objetivos al iniciar la carrera... aunque no el objetivo principal, para qué nos vamos a engañar. La etapa era un mero trámite, de apenas 15 kilómetros con salida lanzada que sirve básicamente para las celebraciones.
Si se me pregunta por el balance de esta mi segunda participación, debo decir que ha sido muy positiva. Ya sé que el resultado final no es el esperado, pero tanto a nivel personal como en el planteamiento estratégico, la conducción y el funcionamiento del equipo, todo ha salido según lo esperado. Pero...
Pero... ya lo dije al salir de Lisboa; y al salir de Lisboa el año pasado: el Dakar lo gana quien menos problemas tiene. Y nosotros, que hemos tenido pocos problemas, hemos tenido uno que ni esperábamos ni era lógico prever. Y nos ha dejado lejos del podium. Aun es pronto para saber qué haremos en el futuro. De momento, regresar a casa y descansar unos días. Ya tendremos tiempo de pensar en lo que ocurrirá en el futuro.
No quiero despedir este blogg sin algunos agradecimientos. En primer lugar a los muchos seguidores y lectores que día tras día durante más de dos semanas han seguido en elmundo.es mis peripecias; mis alegrías y mis tristezas. En segundo lugar, al equipo, que no solo ha funcionado a la perfección, sino que ha sabido rodearnos de la cordialidad imprescindible para participar en el Dakar al máximo nivel. Y finalmente, a todos los patrocinadores; tanto del equipo, como personales. Y muy especialmente a BP Ultimate, que ha permitido que día tras día haya tenido esta cita con todos los lectores.
Espero poder repetir.
Clasificación Final (primeros 20 autos)
Pos. | N° | Nombre | Marca | Tiempo | Differencia | Penalidad |
---|---|---|---|---|---|---|
1 | 302 | PETERHANSEL (FRA) COTTRET (FRA) | MITSUBISHI | 45:53:37 | 00:00:00 | |
2 | 300 | ALPHAND (FRA) PICARD (FRA) | MITSUBISHI | 46:01:03 | 00:07:26 | |
3 | 310 | SCHLESSER (FRA) DEBRON (FRA) | SCHLESSER | 47:27:34 | 01:33:57 | |
4 | 305 | MILLER (USA) PITCHFORD (AFS) | VOLKSWAGEN | 48:03:53 | 02:10:16 | |
5 | 306 | MASUOKA (JAP) MAIMON (FRA) | MITSUBISHI | 48:38:08 | 02:44:31 | |
6 | 309 | AL ATTIYAH (QAT) GUEHENNEC (FRA) | BMW | 49:25:36 | 03:31:59 | 02:12:00 |
7 | 313 | SOUSA (POR) SCHULZ (ALL) | VOLKSWAGEN | 51:04:31 | 05:10:54 | |
8 | 320 | GORDON (USA) GRIDER (USA) | HUMMER | 52:57:44 | 07:04:07 | 13:00 |
9 | 303 | SAINZ (ESP) PERIN (FRA) | VOLKSWAGEN | 53:19:22 | 07:25:45 | 15:00 |
10 | 318 | HENRARD (BEL) BECUE (BEL) | VOLKSWAGEN | 54:22:06 | 08:28:29 | |
11 | 301 | DE VILLIERS (AFS) VON ZITZEWITZ (ALL) | VOLKSWAGEN | 54:38:11 | 08:44:34 | 15:00 |
12 | 368 | ERRANDONEA (FRA) GARCIN (FRA) | BUGGY | 55:16:03 | 09:22:26 | |
13 | 304 | ROMA (ESP) CRUZ SENRA (ESP) | MITSUBISHI | 55:30:06 | 09:36:29 | 40:00 |
14 | 315 | SHMAKOV (RUS) MESHCHERYAKOV (RUS) | BUGGY | 56:04:15 | 10:10:38 | |
15 | 307 | KLEINSCHMIDT (GER) THORNER (SUE) | BMW | 56:22:22 | 10:28:45 | 30:00 |
16 | 314 | MONTERDE (ESP) LURQUIN (BEL) | BMW | 57:28:52 | 11:35:15 | |
17 | 336 | ORIOLI (ITA) ROSOLEN (ITA) | ISUZU | 57:42:33 | 11:48:56 | |
18 | 403 | GIBON (FRA) GIBON (FRA) | BOWLER | 57:53:45 | 12:00:08 | 13:00 |
19 | 331 | HOUSIEAUX (FRA) POLATO (FRA) | MITSUBISHI | 57:59:47 | 12:06:10 | |
20 | 355 | NOVITSKIY (RUS) TYUPENKIN (RUS) | MITSUBISHI | 58:17:38 | 12:24:01 |
Una lastima, El Matador merecia la victoria, fue muy rapido!
ResponderBorrarPero bueno, ojala corra el año que viene, todavia tiene mucho para dar.